For more information, visit the project homepage.
El año pasado tuve problemas de insomnio. El confinamiento solamente agravó dicho insomnio. Sin embargo, desde agosto, que fue cuando me tuve que mudar a la casa de mi mamá, he mejorado mucho mis ciclos de sueño. Actualmente, logro acostarme a dormir más o menos a la misma hora cada día. Todavía me levanto en la madrugada para ir al baño una o dos veces, pero logro seguir durmiendo. Incluso hay días en los que duermo de corrido hasta el amanecer. Me levanto a la misma hora cada día. Es decir, ya logré establecer una rutina. Mi mamá me ayudó mucho para lograrlo. Además, el cuarto donde duermo (mi cuarto cuando fui niña y adolescente) tiene oscuridad total cuando se cierra la cortina. Lograr dormir de forma normal me ha ayudado mucho en relación con mi salud. Creo que tengo mejor ánimo y más capacidad para trabajar. Cuando tuve que realizar el trabajo que me pedían en un lapso corto, una de las reglas que me propuse fue no desvelarme. Trabajé muy duro todo el día, durante muchas horas, pero no sacrifiqué las horas de sueño. Antes, cuando no lograba conciliar el sueño, me dedicaba a trabajar. Enviaba archivos a las tres o cuatro de la mañana. Pero ya no lo hago más. También es cierto que la interacción con personas extrañas o fuera del círculo del confinamiento, me altera tanto que después no puedo dormir. Me ha pasado. Es algo en lo que todavía tendré que trabajar para que no me afecte.
March 23, 2021