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Esta semana que pasó nació mi sobrina. Por ser tiempos de pandemia, yo estaba bastante nerviosa por su nacimiento. Sin embargo, todo salió muy bien. El parto fue normal, su madre está recuperándose como se esperaba y la nena está sana, ya en su hogar. Cuando veo lo que está pasando en el mundo: esta pandemia y el cambio climático pienso que las personas deben tener mucho optimismo y fe en la humanidad para traer más seres humanos a este planeta. Las cosas nunca han sido fáciles, pero nuestro acelerado camino hacia la extinción está en marcha y pocas empresas y gobiernos están interesados en desacelerar, como si pudiéramos ser eternos. El legado natural que estamos dejando es penoso para estas generaciones jóvenes y esta misma pandemia es una señal de alerta sobre nuestras actuaciones en relación con la vida en la Tierra. Aún así, mi sobrina está aquí, rodeada de mucho cariño, buenos deseos y una familia estable. Celebramos su vida y veremos con ojos asombrados (como si fuera la primera vez) todos aquellos avances que marcaran su crecimiento, pidiendo en nuestro corazón que las vicisitudes de la vida no la golpeen ni tan pronto, ni tan fuerte. La vida siempre se abre camino, a pesar de todo.
September 30, 2020