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El COVID 19 vino a poner en evidencia las grandes desigualdades dentro de cada país y entre países a nivel mundial. Las diferencia dramáticas pueden estar relacionadas con esas mismas diferencias socioeconómicas. En mi país, evidentemente, hubo y hay gente que no puede guardar confinamiento porque su forma de sobrevivir supone un trabajo diario en las calles. En los departamentos, muchas personas claman por continuar la actividad económica porque es imposible vivir de ahorros que no existen. A esto se debe agregar que los servicios de salud que son los que pueden "registrar" las tasas sobre la enfermedad, en mi país, están concentrados en la ciudad y, muy pocos en las zonas metropolitanas de los departamentos. Esto influye en que las personas enfermen y no asistan a un centro de salud u hospital, se curen o mueran en sus casas. El subregistro aumenta de esa forma o es inexistente. Además, últimamente, se ha escuchado que las personas prefieren pasar la enfermedad en sus hogares y no asistir a los hospitales porque se sabe que están saturados o que la atención puede ser realmente mala. Se ha dicho que mucha gente opta por quedarse en casa y, en algunos casos, asistir si llega a un grado de gravedad extrema por la enfermedad.
October 1, 2020