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Esta semana estuve pensando sobre el poder. A través de los años, me di cuenta de que me gustaba desafiar el poder y detestaba ejercerlo. Alguien podría decirme que en realidad tengo miedo de ejercer el poder. Pero no. No me gusta obligar a nadie a nada. No me gusta ver cómo la gente se transforma al ejercerlo. No fue nada bonito cuando me tocó ser el daño colateral de la lucha de poder entre dos hombres con egos grandes. Ellos están como si nada, yo vi mi vida destruida. Reconozco que me gusta trabajar con mujeres poderosas, mujeres que ejercen el poder. Entonces, no me dan ganas de apedrearlas para bajarlas. Casi siempre han llegado allí por méritos propios y eso lo respeto. Y no envidio para nada sus posiciones y éxito. Me gusta llegar y que me den trabajo, trabajar para ellas un tiempo y luego, marcharme. Ese es mi éxito: ser libre y ejercer un poder pequeño, si se quiere ver asi: el poder de mi propia vida, bajo mis propios términos . No obligo y no me obligan. El gran poder de mundo seguirá revolcando conciencias.
August 13, 2020