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El supuesto plan de vacunación en mi país es un caos. La mayoría de vacunas que se están administrando han sido donadas. Son muy pocas las que el gobierno ha comprado. Es tan desordenado el proceso que hasta dudo de que tengan las dosis para la segunda aplicación de la Astrazéneca, por ejemplo. Mientras el presidente dice por televisión que las personas no se quieren vacunar, las colas se alargan afuera de todos los centros de vacunación. Gran cantidad de personas buscan vacunarse. Algunos para la primera dosis, otros ya están buscando la segunda toma. Esto ocurre, principalmente, en las ciudades. La distribución de las vacunas tiene un gran obstáculo en el subdesarrollo y precariedad rural (que, por supuesto, no es culpa de los pobladores). No existen las condiciones para mantener la cadena de frío que requieren las vacunas. Debido a ello, los pobladores tendrían que viajar de sus aldeas a los centros urbanos "más cercanos" que tengan las condiciones para mantener las vacunas. De solo pensar en el gasto que esto implicaría, ya puede uno imaginarse que la gente no lo hará. Por otra parte, el gobierno no realizó ni una sola campaña publicitaria de vacunación, mucho menos una campaña publicitaria dirigida a pueblos indígenas. La desinformación en el área rural es persistente. De verdad, este desastre puede llamarse de cualquier forma, menos "Plan de vacunación".
June 15, 2021