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He tardado bastante en darme cuenta de que este virus cambiaría el mundo. De hecho, buena parte del 2020 me pareció inverosímil. No podía creer lo que estaba viviendo. Era como estar dentro de una película de ciencia ficción. Aunque necesidades urgentes como la pérdida de trabajo y otras, me atacaron, era como estar en una pesadilla. Difícil de creer. Aún hoy, cuando vivo prácticamente aislada en la casa de mi mamá, me es difícil aceptar que el mundo ha cambiado. Cuando hablamos de volver a reunir de forma presencial, por ejemplo, grupos de niños para actividades de educación no formal, siempre trato de dar soluciones para mantener el distanciamiento e intentar hacer lo que hacíamos antes. Pero siempre hay alguien que me dice que no. Que no va a ser posible realizar las actividades como eran antes. Creo que tardaré un poco más en aceptar que el mundo ha cambiado. Tal vez haya algún acontecimiento que caiga sobre mí como una epifanía y me convenza de una vez por todas que el mundo ha cambiado. Ese acontecimiento aún no me ha llegado.
August 27, 2021