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El tema de la semana es: la desconcentración. Me cuesta concentrarme para trabajar y para realizar otras tareas. De hecho, escribir este diario es mi primer ejercicio de concentración en varios días. Lo que vino a terminar de dispersarme fue una invitación a una reunión virtual con algunos alumnos de un centro educativo. Cuando las reuniones eran presenciales, me iba peor. Antes y después de las reuniones me la pasaba estresada y dispersa. Ahora todas las reuniones son virtuales por el COVID-19. Con todo y ello, pasé dos noches sin dormir y aunque la reunión se dio de una manera normal, me siento cansada y descentrada. Se supone que estoy en la semana anterior a recibir una importante carga de trabajo que se debe realizar de forma rápida. Así que, sea como sea, voy a tener que concentrarme y tratar de hacer mi mejor esfuerzo. Debido a algunos problemas domésticos, tuve que salir, aunque estamos en la tercera ola del COVID-19 y una cepa californiana del virus amenaza con ponernos en peligro de contagios más rápidos. Lo bueno es que logré caminar más distancia sin sofocarme tanto y encontré unas medias de compresión en la casa. Me las puse y siento que me ayudaron con las piernas hinchadas. Esas son las buenas noticias. Otra buena noticia es que tenemos un nuevo bebé COVID-19 en camino en la familia. Estoy muy emocionada, probablemente nacerá en octubre. La verdad: me impresiona cómo la vida se abre camino a pesar de circunstancias tan difíciles como las que estamos viviendo. Estoy muy contenta por la mamá y con muchas ganas de ver el proceso y apoyar a ambos.
April 30, 2021